Si bien la causa en su momento tuvo varios detenidos, hoy no. Ya sea por fallecimiento o por libertad condicional.  Un "tres tiros" o bengala como se dijo,  se había elevado en corto trayecto hasta encender la media sombra que cubría los paneles acústicos del techo de lo que había sido una bailanta antes de convertirse en el nuevo Cemento en el barrio de Once. La mayor catástrofe por causas no naturales de la Argentina dejó al desnudo el descontrol de los controles del Estado, la ineptitud y la corrupción en las áreas de inspección y de habilitaciones comerciales porteñas y la connivencia de la policía, haciendo la vista gorda a cambio de dinero. Al instante se conoció que en el local, habilitado para albergar un máximo de 1031 concurrentes, había más de 3300 fanáticos de Callejeros. También se supo que los planos presentados a la Ciudad por los dueños de la propiedad no coincidían con la arquitectura del salón. Los matafuegos estaban vencidos, la manguera de incendio no funcionaba, no había plano de evacuación y la puerta de emergencia había sido criminalmente cerrada. Donde debía haber una puerta, la gente se topó con una pared. Las escenas que entregaba Cromañón eran escalofriantes. Primero, cuando se descubrió que las puertas del local estaban cerradas con cadenas y candados que las hacían infranqueables. Los cuerpos se apretujaron contra el metal, unos sobre otros; mientras desde afuera la policía intentaba abrirlas, por las rendijas asomaba brazos y se escuchaban desgarradores gritos y pedidos de ayuda. Los Sentenciados Los acusados fuereon varios, incluidos funcionarios, productores e incluso la banda de rock Callejeros. El 19 de agosto de 2009 llegaron las sentencias para Chabán, Diego Argañaraz (mánager de Callejeros) y el subcomisario Díaz por estrago doloso seguido de muerte y cohecho, y para dos funcionarios por incumplimiento de deberes. En 2011, Casación cambió la carátula a estrago culposo seguido de muerte y condenó a Callejeros. Un año después fue condenado Rafael Levy, dueño del local. Chabán murió en noviembre de 2014. En mayo de 2018 Fontanet salió libre. Solo queda preso el baterista Vázquez, condenado por el femicidio de su esposa, Wanda Taddei. La justificación para las condenas a los integrantes de Callejeros fue porque el show era  una coproducción entre el gerenciador del local y la banda. Los jueces estimaron que ambas partes decidieron que venderían 3500 localidades, tres veces más que los 1031 permitidos para un "local bailable clase C", como había sido habilitado. Hoy parte de la banda liderada por el Pato Fontanet, quienes tienen libertad condicional, continuan en la industria musical con Don Osvaldo. Ellos continuan congregando a sus fieles fanaticos que admiran su música y creen en su inocencia